Dotar al estudiante de una formación integral de calidad, que potencie las capacidades individuales de cada uno(a) y desarrolle su dimensión trascendente, según el mensaje del Evangelio, que lo haga capaz de convivir y participar en una sociedad intercultural y plurinacional, con espíritu vivo, crítico y solidario, y aplicando eficientemente sus saberes científicos, tecnológicos y humanos.
Ser una institución referente en la calidad con un sostenible sistema de gestión educativa eficaz que garantiza la formación de niños y adolescentes con valores evangélicos, dominio de los saberes, uso de tic´s, capaces de ser investigadores, innovadores, serviciales, ecológicos y líderes que toman decisiones justas que les permita enfrentar desafíos sociales, científicos, tecnológicos y ambientales.
Somos una institución educativa que forma integralmente a la niñez y adolescencia en las dimensiones: humana, psicológica, afectiva, intelectual, moral y cristiana, que los haga capaces de obrar y aportar con amor, solidaridad, fe, honestidad y responsabilidad al desarrollo de la sociedad y su democracia, y cuidado del medio ambiente; alineados a estándares de calidad nacionales e internacionales.
Como motor que mueve toda misión desarrollada por Cristo Maestro y entendida en su sentido más amplio, fuera y dentro del ámbito institucional.
Para formar cristianos que crezcan en la gracia, mediante la confianza, gratitud, alabanza y aceptación para con Dios y su prójimo tomando como modelo a Jesús y María.
Para no involucrarse en actos que demuestren mala fe ni falsedad. Y todas aquellas acciones que impliquen no valorar la verdad como bien supremo e insustituible.
En un marco de compromiso ético y social, como condición indispensable para el ejercicio de la libertad individual. Nuestros estudiantes son autónomos, capaces de actuar correctamente, sin necesidad de supervisión y asumen las consecuencias de sus actos.
Fomentar respeto a los padres, docentes y autoridades, así como a las disposiciones, normas y acuerdos institucionales vigentes. Implica una actitud de estima hacia sí mismo y los demás y la observancia de deberes y derechos. Este valor exige un trato amable y cortés como esencia de las relaciones humanas y del trabajo en equipo.
Disposición de dar a cada quien lo que le corresponde. Implica los conceptos de igualdad y equidad.
Debe ser permanente para mejorar el aprendizaje, la convivencia, la prevención, manejo y resolución de conflictos.
Seguro de sí mismo. Capaz de reconocerse como parte de su comunidad familiar y como miembro de un país. Identidad entendida como nuestra adhesión espiritual e intelectual con el civismo, el servicio a la comunidad y a la Iglesia, buscando metas de superación orientada al bien común.
Vivir en democracia es reconocer que las decisiones se construyen y no se imponen; que la construcción social por excelencia, en mérito a este valor, es la construcción de acuerdos por consenso y, la comprensión de nuestra realidad nacional, pluricultural, multiétnica, regional, así como en la protección y defensa del medio ambiente
Procura formar ciudadanos para el servicio en favor de los demás. Se concede importancia a los deberes prácticos de la vida, se estimula una actitud permanente de servicio al prójimo y se incentiva la búsqueda de oportunidades de servir y compartir.
Los términos riesgo, confianza, colaboración, diferenciación, sostenibilidad, valor, calidad, son parte indisociable de la innovación.
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